Poemas del adivino

MARCELO SARACENO

Este camino ya nadie lo recorre salvo el crepúsculo. Basho DE BARRO Y LECHO cuando el lago aclara sus aguas se puede ver desde la orilla un pequeño bote de madera amarrado al fondo (custodiado por peces algas y recuerdos…) ALAMEDA penden del cielo los álamos en hilera el aire trae olor a caminos es un milagro oír el silencio de la belleza quieta una hoja temprana ancha como la tarde cae llega el anuncio de un otoño precoz PUENTE HACIA LA NOCHE el día cruza el río: serpentinas y haces de luz el puente lame un cielo de azúcar sobre su espalda pradera abierta desde aquí canción de cuna la noche silba su fantasía astral el puente de piedra y lodo bebe caricias del agua antes de echarse a soñar ASOMA EL SOL una marea de pájaros llega a los esteros: remolinos de hambre vuelo zancudo sobre el agua ala contra ala pico afilado veloz brillo entre peces de plata sobrevivir MARINO AZUL su misterio me confunde mano clara que de pronto me acaricia moja mis pies con delicada cautela y su aroma salitre arena y viento entonces dejo de ser yo PESCADOR DE SOLEDADES las barcas emiten chirridos y quejas de dura madera bien atornillada escasa pesca manos de hilos trenzados trampas vacías en cada lento recoger se menea el sol oculto de un atardecer espinoso colmado de mar y de aves esta vez fue el día quien tendió su red FIN DE OTOÑO la primera nieve cubre la rivera y la copa de los árboles el río deja huellas de incienso a su paso y el solitario muelle aún resiste sobre un tronco arrancado por el viento dos caracoles a contracorriente únicos sobrevivientes de algún naufragio DE PIE...… brazos deshojados a orillas del lago seco solo se habrá sentido solo más de ina vez figura hueca brotada de gemidos que lo retuercen y doblan árbol de la tierra del aire… el viento y la noche lo habrán imaginado muerto más de una vez y la luna lo cubre como siempre con su manta de silencio SIN PIEDAD el Pampero hostiga las viejas aspas del molino ¡ay! LA SEQUÍA Y DESPUÉS… la lluvia es constante por fin el arroyo despierta de un largo sueño gigantescos árboles insectos llueve torrencialmente sobre la tierra la llanura baila su fiesta interminable vuelven las aves a los caminos DILUVIO el cielo gotea su amargura su violencia su viva luz sobre la sombra universal HORMIGUERO Y YO llueve la vida se esconde busca refugio en agujeros y grietas millones de larvas millones de hormigas en el interior del árbol caído se pisan se empujan infinitas patas e infinitas antenas corren unas sobre otras esquivan el frío mis pisadas la oscuridad luego la llovizna trae vientos en un bolsillo y heladas en el otro se hace persistente cuando se oculta el sol… LENGUA DE IGUANA un lento andar dejó la lluvia sobre las hojas caracoles entre el manjar de fresca hierba letargo y pereza de mediodía piel rugosa (corazón de baba) lento lento andar por los tallos de un campo tupido y los caminos con el rojo sol salen también los reptiles a incendiar la tarde MAGIA el colibrí besa sus flores recorriendo el río por su frontera siembra estrellas sobre su larga lengua de espuma FAVORITAS canción del aire alas de nailon un vuelo seductor costea las rutas y los campos amarillos las abejas y la tarde bailan las obreras bajo el sol de néctar llevan en las alas perfume a girasol (ellas las mágicas) y un tazón de miel en cada zumbido cruzan el verano resplandores atardeceres después vuelven al colmenar con su fragancia a Reinas del poema DIVINA ADIVINACIÓN jeroglíficos abanicos al viento alas de mariposa un aire liviano aleteos indescifrables la tarde se abre flores flores lilas azules ocres… remolino y antenas brisa de polen olor a cielo verano en los ojos: destellos de paz LA SIESTA DEL PORVENIR el estanque deja de ser el mismo cuando cae una mosca la perfecta paz se esfuma entre ondas el zumbido interrumpe la siesta de los árboles y su porvenir en un parpadear se quiebra la armonía alas en el agua vibra el sol con su reflejo de verdillo y musgo se interrumpe el paisaje ante el estanque desconocido sólo vuelve la calma cuando las vacas lentamente se acercan a beber CACERÍA gotas de luna entre las hojas cantos nocturnos espejos de la noche sobre la rama más baja: los ojos del búho alameda pasitos ligeros ave inmóvil alerta vuela hacia tierra hambre garras ahora su pico despedaza la pobre suerte del roedor ALMA DE SAUCE solitario se estremece el sauce cuando la noche se espesa reverbera un sueño estrellado llega el viento a peinarle su nostalgia a calmar su penar pasará la noche cobijado entre verdes lágrimas y soledades con un suspiro de brisa tibia lamerá sus nervaduras beberá de su sabia hasta el alba hasta que la luna ya no juegue por la infinita llanura con el amanecer es inminente la poesía: ríe el sauce SALVO EL CREPÚSCULO Cuando son las seis de la tarde y el patagónico sol comienza a cerrar los ojos, una joven y airosa nube se acerca sin ser vista a besar la montaña. Con la cautelosa esperanza de ser aceptada busca la sutil manera… Arrima sus labios leves silenciosos, sus heladas manos recorren la tierra y luego se duerme acurrucada hasta que el manto de un frío amanecer la sorprende.