OBRA DE ARTE, SUBJETIVIDAD Y EXPERIENCIA .
INTRODCUCCIÓN:
En el siguiente trabajo se expondrán tres ideas fundamentales que se
desarrollaran dé tal forma que ellas en si misma expresan una relación.
Estas son, la idea de obra de arte, acontecimiento y experiencia.
Veremos que la obra de arte, en general, expresa un acontecimiento
singular y que la experiencia( de observar o de crearla), es el medio
por el cual se accede a ella. En este sentido, el concepto de experiencia
y el de acontecimiento, tendrán varios planos, por los cuales ira el
transcurso del hilo argumentativo de este trabajo.
Para tal motivo, se barajaran alternativas, conceptos, y consecuencias
filosóficas, que determinan una concepción de la estética en general,
sobre la obra de arte. En este ámbito, autores de distintas "tradiciones"
filosóficas, o planteamientos filosóficos, nos ayudarán para tener una
pretensión que este mas allá, del objeto de la obra de arte,
la perspectiva del arte en la estética idealista o de las concepciones
unidimensionales de la obra de arte.
Sin embargo, no se pretende implantar ciertas categorías que asfixien o
reduzcan toda obra de arte, a un concepto ambiguo, indeterminado o fugaz.
En este sentido, Experiencia y acontecimiento, pondrán un cierto límite,
pero ese límite en sí mismo, es posible de fragmentarlo, transgredirlo,
y tal vez, relativizarlo en el preciso instante en que se despliega en la
subjetividad.
Para tal tarea, autores como Kant y Schiller en la estética idealista,
Nietzsche en la tradición "existencial", Deleuze y Benjamin en la
filosofía contemporánea, nos servirán de soporte argumentativo para
problematizar la idea de la obra de arte, los supuestos estéticos
y filosóficos que actúan, y las consecuencias filosóficas que de aquí
se desprende. Estos supuestos, son de relevancia especial, ya que arrojan
una producción filosófica que se sitúa en un cierto registro de una
concepción de la obra de arte, de la subjetividad, del acontecimiento de
invención y de la experiencia estética(o sensible) de sentir.
FUNDAMENTACIÓN:
Cuando hay referencias filosóficas, en torno a la idea de obra de arte, se
habla del objeto de esta, su expresión o dimensión psicológica(Freud y el
psicoanálisis en general), o de su representación subjetiva(kant), o de
su estereotipo estético. Por ejemplo, la doctrina psicoanalítica, se
muestra escéptica respecto de las variantes antropológicas que ayudan a
construir una obra de arte, pero reafirma toda su convicción al
determinarlas como una expresión de las proyecciones inconscientes, de las
pulsiones libidinales(sublimación), o como ejercicio consciente, en el
cual, se instala la represión para crear una obra de arte. Para esto, el
mismo Freud pensaba que el acto de creación(o el arte), o la creación en
si, era una iniciativa de sublimación.
"Cuando se consigue la deseada sublimación de la obra de arte y su
integración en el uno y en el todo, pierde la fuerza y supera la
existencia externa, por la que se despliega de ella en su propia forma
de ser. Pero si se conserva la negatividad de la realidad, y toma posición
con respecto de ella, se modifica entonces el concepto del desinterés.
La obra de arte implica en sí misma una relación entre el interés y la
renuncia la mismo, en contra de la interpretación Kantiana y
de la Freudiana".
Pensado esto último, la experiencia de crear connota una sensibilidad, un
placer que se arroja en el deseo de crear y en el producto o lo creado
(que no es un complemento narcisista), y en un acontecimiento singular,
a saber, la expresión del espíritu en lo creado. Desde este marco de
referencia, Deleuze plantea que todo acontecimiento es espiritual y que el
acontecimiento se actualiza en el espíritu. Plantea además, que la obra de
arte existe en si(como siguiendo a Kant), y que hay tantas obras que
aspiran a ser arte que no se sostienen en pie ni por un instante.
Para que se sostengan las obras de arte. ¿Qué es lo imprescindible?.
Primero que acontezcan, y segundo, que se experimenten como una
experiencia estética o sensible. Desde esta lógica, la obra de arte nunca
goza solamente de una materialidad en lo posible. En este sentido,
y siguiendo a Deleuze, la cosa o la obra de arte es independiente del
creador, por la auto-posición de lo creado que se conserva en sí, en tanto
percepto, afecto y concepto, es decir, y al igual que la idea de los
personajes conceptuales, la obra de arte vive por sí misma, tiene vida
propia en sí.
Para lo anterior, se puede plantear que la obra de arte acontece en si, en
el preciso instante en que vive, también por sí misma. La experiencia del
creador de la obra, estipula el paso inicial para que esta obra acontezca
por sí misma. Dicho de otra forma y en términos filosóficos, la
experiencia de lo creado distancia a la muerte.
Para lo anterior, experiencia, obra de arte y acontecimiento, estipulan
una relación, que no es de una dimensión, sino de varias, que incluyen
planos, registros específicos y tal vez un archivo determinado.
Desde aquí, se podría pensar que la obra de arte no tiene materialidad,
de hecho la tiene, pero la idea importante en este punto, es que esta
materialidad acontece como el surgimiento de una espiritualidad, pero
en tanto diferencia. Esta diferencia puede marcarse desde la historia,
el tiempo, y la subjetividad.
La experiencia de este modo repite la técnica, el talento del genio o el
artista, si se quiere,pero nunca la sublimación(en Freud) o la
des-sublimación represiva en Marcuse. Esto porque, si se instalan estas
nociones, también se instalaría de forma directa la represión, las
pulsiones del inconsciente y el positivismo subjetivounidimensional.
El punto de fuga, entonces, es el acontecimiento en tanto, diferencia
y espiritualidad posible, y experiencia en tanto búsqueda del sentido de
lo absoluto, de lo creado o lo valorado mediante la experiencia sensible.
"Si la presencia espiritual de la obra de arte brota vigoriza en Kant, no
obstante su presencia por la intuición sensible, de la diferenciación
entre la conducta estética y las conductas prácticas y pasional,
la adaptación Freudiana de la estética a la doctrina de los impulsos
pasionales, en cambio, le cierra el paso hacia esa esencia".
Pero desde la estética idealista del romanticismo alemán y en especial
desde kant ¿Qué significa que el artista experimente su obra o acontezca
esta, sin la fragmentación de la subjetividad que la representa?.
O ¿En qué espacio surge el acontecimiento, en el cual, la obra de arte se
representa como forma determinada o transgresión sutil?. Es la historia,
en este sentido, la cual ¿impone el límite?. O ¿Es la obra de arte,
un acontecimiento histórico que actúa como diferencia del mismo contexto
histórico en cual pretende sumergirse?.
Desde Kant la estética idealista, goza de un juicio de belleza, en el
cual,tal juicio puede ser considerado como una experiencia en si misma
(o en si),como tambien lo puede ser la figura del genio(artista), en tanto
este repitela técnica que le dio su posible experiencia o también la
institución de la academia o su talento. En este sentido, el artista
reproduce la obra al igual que la naturaleza, según Kant. Pero además
reproduce su experiencia autónoma en la invención de la obra de arte,
siempre en libertad como diría Kant. El tiempo que no es mecánico ni
homogéneo, al modo Newtoniano, o atemporal en el inconsciente al modo
Freudiano, permite implantar un referente para la experiencia autónoma de
la invención artística. Este tipo de tiempo es aquel que, precisamente
posibilita la conexión con otras multiciplidades, aconteciendo el mismo,
como diferencia temporal que posibilita marcar el límite de otra invención
artística. En este punto el plano estético no importa, lo que interesa es
la subjetividad que permitió crear una obra de arte.
Por otro lado, el sentido que adquiere este trabajo esta dado por las
concepciones de la estética idealista, que actúa como base para entender
las problemáticas con respecto a la obra de arte. Además este sentido,
no se aleja de la idea de materialidad histórica, tiempo paralelo y
subjetividad. De este modo, la estructura que sigue en el desarrollo de
este trabajo es la siguiente:
A) La estética idealista y la obra de arte en el plano de la subjetividad.
B) La obra de arte en su iniciativa de acontecimiento.
C) La obra de arte como realización de la experiencia sensible y estética.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:
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Mendez y Pelayo,M. "Historia de las ideas estéticas en España":
Ed Glem.Bs.Aires.1944.
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Deleuze yGuttarri."¿Qué es la filosofía?. Ed.Anagrama. Cuarta ediciòn.1997.
Deleuze,G/ Parnet,C."Dialogos". Ed. Pre-texto.1980.
Sabato,E. "Entre la letra y la sangre; coversaciones con Carlos Catania".
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Benjamin,W."La dialéctica en suspenso; Fragmento sobre la historia".
Ed. Universidad Arcis y Lom ediciones. Traducción, introducción y notas
(Pablo Oryarzun robles).
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Hopenhayn,M. "Después del nihilismo". Ed. Andres bello.1997.
Shopenhauer,A. "Escritos literarios". Ed. Lìpari.1995.
Arqueros, Casanova, Collinwood(entre otros). "Cultura, experiencia y
acontecimiento". Editado: Universidad Arcis y Lom ediciones.1998.
LA OBRA DE ARTE EN EL PLANO DE LA SUBJETIVIDAD:
Ella era tan bella que no podía hablar.
Vicente Huidobro.
La estética idealista Kantiana presupone, una estética de la forma, en la
cual, el plano de la subjetividad juega un rol esencialmente determinante
para las nociones de lo sublime, la representación y en alguna medida lo
bello. Kant escribe de esta forma la idea de la subjetividad que subyace
a su teoría estética; "Ahora bien, el juicio de gusto es un juicio
estético, esto es, un juicio que descansa sobre fundamentos subjetivos y
cuyo fundamento de determinación no puede ser un concepto y, por tanto,
tampoco el de un fin determinado. A través de la belleza como formal
conformidad a fin subjetiva, no se piensa, entonces, de ningún modo,
una perfección del objeto, como conformidad a fin
pretendientemente formal".
Desde la estética idealista Kantiana ¿Es posible dotar al juicio de gusto
de una objetividad positivista?. Y si se establece esta idea o condición
¿Se fragmenta, de alguna forma, el ideal estético basado en la forma y no
en el contenido como se podría ver en Hegel? O sería ¿Solo estética la
representación, en cuanto forma en lo posible o subjetividad reconocida en
sí misma como absoluta? O es tal vez ¿El juicio de belleza es una
experiencia que permite la apertura de lo absoluto o la transgresión de lo
contingente, precisamente mas allá de sus límites?.
La obra de arte, con respecto, a una pretensión de lo estético,
lo bello o lo sublime, connota una sensibilidad
(o tal vez, una hipersensibilidad) en particular. La experiencia que la
recoge, desde la estética idealista, es una experiencia que se constituye
en la representación. Así, por ejemplo, puede haber una bella
representación de algo feo o sin forma. De este modo, tenemos que tal
experiencia constituida en la representación, se sitúa en el plano
de la subjetividad. La subjetividad que emerge acá, lleva su actividad
o tiende sus horizontes, hacia lo absoluto, pero siempre como una forma
de reconciliación y autonomía. La experiencia de lo absoluto ayuda tanto
a aprehender la obra de arte como también a impulsar, dinamizar y activar,
el proceso anterior.
Desde Kant el medio para establecer esta experiencia, puede ser juicio de
belleza o de gusto. Establecer -escribe Kant- a priori la vinculación del
sentimiento de un placer o displacer, como efecto, con alguna
representación(una sensación o un concepto), como una causa,
es absolutamente imposible, pues esta sería una relación causal que
(entre objetos de la experiencia) puede ser conocida sólo y siempre
a posteriori y por medio de la experiencia misma.
La creación de la obra de arte por el artista ¿Determina lo sublime
como una actividad subjetiva de creación y aprehensión? O ¿Influye la
experiencia de lo absoluto como una categoría de afirmación de lo sublime
y lo bello?. O tendría que pensarse, que tal vez, siempre la producción
artística es una pretensión que busca consolidarse en una obra de arte.
Para lo anterior, la estética idealista, mediante la subjetividad crea el
lazo de unión entre la materialidad de la obra de arte y la producción
artística. La experiencia de lo absoluto o lo incondicionado, manifiesta
la primera alternativa de invención, pero también de aprehensión.
La segunda tiene que ver con ser digno del acontecimiento de la obra de
arte. La tercera, y Kant aquí lo subraya, tiene relación a que la obra de
arte en si, de que meditar o pensar. En este sentido, Kant afirmaba que
la mejor sin duda era la poesía, rechazando a la vez, a la música por ser
un ejercicio mecánico, que juega con solo sensaciones y no ayudaba al
"recreamiento" de las facultades como la inteligencia.
Theodor Adorno en teoría estética escribe con respecto a la felicidad
en la obra de arte y lo sublime en Kant; "La felicidad en las obras de
arte es unafuga precipitada, pero no tiene nada de aquello de lo que el
arte se escapa, es siempre accidental, es menos esencial para el arte que
la misma felicidad de su conocimiento: Hay que demoler el concepto del
goce artístico como constitutivo del arte. Si, de acuerdo, con la idea
de Hegel, en todo sentimiento del objeto artístico hay algo de aleatorio
(normalmente una proyección psicológica), esto exige del que tiene un
conocimiento, un conocimiento justo; Hay que ser consciente de su verdad
y de su falta de verdad. Al hedonismo estético habríaque oponer ese pasaje
de Kant en su doctrina sobre lo sublime cuando, de forma partidista,
lo exime del arte: La felicidad en las obras de arte sería en todo caso
sentimiento de lo resistente transmitido por ella. Esto vale más para
la totalidad del ámbito estético que para cada obra singular".
La estética idealista marca un acontecimiento que se liga a la experiencia
de crear una obra de arte, a saber, la subjetividad como un objeto
des-materializado susceptible de lo absoluto. Lo sublime y el sujeto
trascendental, en este acontecimiento se constituyen. Aquí la obra de arte
siempre arroja una sensibilidad, en la cual, se le puede otorgar un nuevo
sentido. La materialidad de la obra de arte, entonces, es el lugar,
refugioo el registro, donde se permite la actualización de este sentido.
La historia si se quiere, impone el límite.como siempre. La subjetividad
condiciona el sentido y su registro, en la inmanencia de lo humano.
La estética idealista, por otro lado, al basarse en la forma crea una
subjetividad en particular. Kant con el principio del juicio de belleza
la determina de alguna manera. En este juicio se presupone una relación
de sensibilidad con algo que no lo es, siendo este juicio a su vez un
juicio desinterezado. Por lo tanto, la subjetividad que emerge aquí,
es una con límites dados por la representación, por el juicio de gusto
o de belleza, o incluso por la alteridad, es decir, por quien construye
la obra(el artista o el genio).
Kant, por una parte, y Schiller, por otra, recogen a la subjetividad o el
proceso de subjetivación(en tanto deseo) para condensar la problemática
humana, en donde la estética idealista, sería el medio para destacarla en
la virtud de lo meramente posible.
LA OBRA DE ARTE COMO REALIZACIÓN DE LA EXPERIENCIA SENSIBLE Y ESTETICA:
La noche proviene de los ojos ajenos
Vicente Huidobro.
La obra de arte juega un papel esencial, en el plano de la experiencia
tanto aquella de invención como la de percepción. La sensibilidad, de este
modo, alberga o posibilita una experiencia sensible de la obra de arte.
Dentro de ciertas "tradiciones" en la producción artística, como la del
romanticismo alemán, por ejemplo, la experiencia que surge de acá,
es la experiencia de lo absoluto o su posibilidad. O su posibilidad,
porque aquí el arte sería el medio, por el cual se accede a este absoluto.
Theodor Adorno escribe; "En el desinterés Kantiano se disfraza, apenas
reconocible, el goce artístico. Pero este goce, tal como lo entienden
la conciencia común y una estética complaciente, tomando como modelo
el goce real, probablemente no existe. La participación del sujeto empírico
en la experiencia artística telle quelle es solo limitada y modificada,
y podría disminuir a medida que creciera el rango de las obras x.
Pero dentro de la experiencia en sí misma ¿Coartaría ella otra experiencia
más radical?. O sé ¿Vincularía con el acontecimiento, por que de él
se desprende el límite? ¿Tendría la experiencia de crear un rincón que
hipersensibiliza, precisamente a la sensibilidad? O tal vez
¿ Es en la relación entre la obra de arte y el que la percibe, donde se
inscribe la experiencia? O es la experiencia en si ¿ Un estandarte de la
subjetividad, que esta desea dominar, por derecho propio?. Y por último
¿ La experiencia de crear o de invención, repite algo dado como la
técnica, por ejemplo, mas que el talento, la creatividad, la cultura
e incluso lo inconsciente?.
Para esta última pregunta, la repetición que hace la experiencia no es
precisamente la repetición exhaustiva de la técnica lo que crea una obra
de arte, sino más bien,que se repite el lugar de lo indeterminado.
Si a esto se le desea llamar creatividad, que se la llame así, o si se le
quiere llamar inconsciente, también ¡de hecho, las categorías sobran!.
El problema aquí, es que esto no es suficiente, para que una obra de arte
se constituya como tal. El acontecimiento es lo imprescindible, como
también la experiencia sensible de aprehensión. Sin embargo, ciertas ideas
o categorías como lo inconsciente, marca toda una forma de concebir el
arte, de teorizarlo, y crearlo.
El surrealismo se acopla aquí como también sus fieles representantes.
Algunos de ellos deseaban ser sujetos de enunciación de lo inconsciente,
rebajándolo a una voluntad e identidad consciente. Bretón, por ejemplo,
se decía antes de experimentar el automatismo "voy a escribir". Y Dalí
con su ingenuidad surrealista, decía "Yo soy el surrealismo", en donde
también le decían, por otra parte, "el Bufón de las galerías de New York".
La experiencia de la obra de arte, la subjetividad que la alberga y el
acontecimiento, impugnan una suerte de pre-experiencia. La experiencia,
de este modo, tiene un espectro apolineo de apreciación, es decir,
la forma, más que un contenido de experiencia dionisiaca.
El acontecimiento, determina que experiencia se daría, y bajo que
condiciones. Y cual es la mas digna de aquel. La obra de arte, expresa
la posibilidad de aprehensión o de percepción, en la medida en que
el sujeto que la observa, sufra la experiencia, en la cual, el sentido
(de lo absoluto o no) registra o guía tal experiencia. Sin embargo,
la obra de arte se distancia, es independiente del quien la crea y tiene
vida por si misma(G. Deleuze) e inventa al que la creo(F. Niezsche).
La experiencia a posteriori de la producción artística, es un arma
de "doble filo", porque en ella se puede manifestar, la mayor alegría
como también el mayor desengaño. Tal producción, puede estar habituada
o domesticada por una tradición artística, pero además por la experiencia
de la reproducción de la técnica, no así por ejemplo por la experiencia
sensible. " La presencia,
esencial de la obra de arte, adquiere una cierta unidad homogénea gracias
al grado sensible que crea. Este grado según Alban Berg, es parte de su
objetividad, es la prueba que en lo creado artísticamente no sobresalen
los clavos ni huele mal la cola: La dulzura de expresión de muchas piezas
de Mozart está recordando la dulzura de la voz humana. Lo sensible en las
obras importantes, que brillan por su exquisito arte, se convierte en algo
espiritual, lo mismo que la singularidad abstracta que crea el espíritu de
las grandes obras, por mas que parezca indiferente respecto a su
manifestación, adquiere brillo sensible b.
Ahora bien, la experiencia de las obras de arte impone la diferencia
para percibir lo sensible en la obra. Aquí Benjamin diría, por ejemplo,
que esta percepción es histórica. De este modo, la percepción de la obra
se ve mediatizada no solamente por la historia, sino también por la
subjetividad que a construye. Posteriormente a que la experiencia imponga
la diferencia, para percibir la obra en su sensibilidad, se establece el
placer que radica en ello. El placer en las obras de arte,
esta mediatizado, entonces, por la experiencia sensible. La estética,
aquí juega un papel secundario, pero no menos importante. La experiencia
estética es una experiencia menor (por ejemplo, la del crítico de arte).
La experiencia sensible(del artista o de quien la percibe), posibilita
la reunión con el espacio de lo sagrado, lo absoluto, e incluso con lo
hipersensible, pero no de la perfección absoluta de la obra de arte,
pues no la hay. Que mejor ejemplo, para esto último, que algunos poemas
de Rimbaud, otros de Huidobro (por ejemplo, "monumento al mar"),
algunos nocturnos de Chopin, Hamlet de Shakespeare, Crimen y castigo
de Dostoyeski, Zaratustra de Nietzsche, pinturas de Dalí, Picasso, Goya,
etc.
También de esto se desprende la idea de ser digno de tal experiencia.
T. Adorno lo grafica de esta manera: " Queda hipostasiada la idea de quien
sea incapaz de una diferenciación sensible, quien no pueda distinguir un
sonido hermoso de un sonido sin nervio, ni color luminoso de otro apagado,
difícilmente será capaz de experiencia artística. Es verdad que esta
experiencia percibe agudamente las diferencias sensibles y las cree un
medio de la formación de la obra de arte, pero el placer que la acompaña
es solo algo que se abre camino en ella un poco en contra
de su tendencia principal.
La singularidad de la experiencia de la obra de arte por quien la percibe,
puede distinguirla estéticamente, de otra u otras, que hacen referencia
a su juicio. Tal juicio en sí mismo se transforma en una experiencia,
como por ejemplo, el juicio de belleza en Kant.
La idea de experiencia y acontecimiento en el arte, tiene la siguiente
implicancia, a saber, la adquisición de una subjetividad que se inscribe
como posibilidad de un mundo diferente. El absoluto es su mas evidente
señal, el espíritu constituido en lo sagrado su determinación,
la sensibilidad su compañía, y la complejidad su desafío. La experiencia
del arte en la cultura, posibilita, de este modo, la manifestación de una
libertad de la cultura como además una cultura de la libertad.
El acontecimiento de tal arte, puede iniciar la subversión, de hecho toda
obra de arte es una tentativa de subversión.
Pensado esto último, la obra de arte, es experiencia, es acontecimiento,
es distancia, es representación en su posibilidad, es percepción en
la historia, es sensibilidad y acontecimiento en su espiritualidad.
Autor del texto: Patricio Luco G.