Charles Baudelaire
(1821 -1867)
Escritor poeta francés.
Nace en París el 9 de abril de 1821. Muere su padre, un sacerdote que había colgado
los hábitos. Su madre se vuelve a casar poco después con Aupick, un oficial que llegará
a ser general comandante de la plaza fuerte de París. No sintiendose bien con su padrastro.
Acabado el bachillerato, quiere ser esritor y rechaza entrar en la carrera diplomática
con el apoyo de su padrastro. En gran perjuicio de su familia burguesa, que él horroriza
con sus calaveradas, frecuenta la juventud literaria del Barrio Latino. Un consejo
de familia, bajo la presión del general Aupick, lo envía a las Indias, en 1841, a bordo
de un navío mercante. Pero Charles Baudelaire no quiere probar la aventura en el confín
del mundo. No desea más que la gloria literaria.
Alcanzado su mayoria de edad, durante una escala en la Isla de la Reunión,no acude a
presencia del capital y vuelve a Paris a tomar posesión de la herencia paterna.
Se une a Jeanne Duval, una actriz mulata de la cual, a pesar de frecuentes desavenencias
y numerosas aventuras, seguirá siendo toda su vida el amante y el sostén. Amigo de
Théophile Gautier, de Gérard de Nerval, de Sainte-Beuve, de Théodore de Banville,
participa en el movimiento romántico, contrayendo deudas por jugar a ser dandy.
Sus excentricidades son tales que su madre y el general Aupick obtienen en 1844 del
Tribunal que sea sometido a un consejo judicial. Baudelaire, humillado, no se repondrá.
Privado de recursos, evitará a los acreedores, mudándose, escondiéndose en casa de sus
amantes, trabajando sin descanso sus poemas e intentando mientras tanto ganarse la vida
publicando artículos.
Una primera obra marca sus comienzos como crítico de arte. Loa a su amigo Delacroix,
critica a los pintores oficiales. Ese mismo año, una tentativa de suicidio le reconcilia
provisionalmente con su madre. En 1846, descubre la obra de Edgar Poe, ese maldito de
Ultramar, allende el Atlántico, ese otro incomprendido que se le asemeja, y durante
diecisiete años, va a traducirla y revelarla.
Después de la revolución de 1848, en la cual ha participado más por exaltación que por
convicción prosigue sus actividades de periodista y de crítico. En 1857, la publicación
de "Las Flores del Mal" juzgadas obscenas, crea escándalo.
Debiendo pagar una fuerte multa.
En 1866, durante una estancia en Bélgica, un ataque lo paraliza y lo deja casi mudo.
Agoniza durante un año; amigos, para ayudarle a sobrellevar el dolor, acuden junto a
su lecho a interpretarle Wagner. Se apaga a los 46 años, el 31 de agosto de 1867,
en los brazos de su madre.